El diseñar edificios implica mucha sensibilidad a los hábitos y costumbres de nuestros futuros clientes. Uno puede diseñar edificios de fachadas planas, monótonas, con elementos simples y económicos que no presenten ningún atributo especial o tal vez uno también puede diseñar edificios teniendo en cuenta que hay personas que no tienen las mismas habilidades que nosotros.
Es por eso que en muchos de nuestros proyectos, aparte de diseñarlos pensando en la gran mayoría, también evaluamos la opción de que algunos de nuestros departamentos sean adaptables a personas con alguna discapacidad motora como aquellas personas que deben movilizarse en silla de ruedas.
Hacemos puertas más amplias, duchas con fácil acceso, muebles de cocina más bajos, baños más amplios, griferías más accesibles y otros detalles más, todo pensado para que una persona que se encuentre en estas circunstancias pueda desplazarse sin dificultades de manera cotidiana y hacer su rutina de una manera más sencilla.
La adaptación que hacemos no es compleja, pero es muy valiosa en términos de calidad de vida, además que no implica un costo adicional para los clientes que la requieran.